El Ácido Hialurónico es una sustancia que se encuentra en numerosos tejidos de nuestro organismo. Nuestro cuerpo lo produce de forma natural. Y es el encargado de mantener la elasticidad y tersura.
Desafortunadamente, según van pasando los años, nuestra piel va perdiendo esta sustancia, pero nuestro organismo está preparado para reabsorber el ácido hialurónico pérdido, rejuveneciendo así nuestro aspecto. Otro de los factores de esta pérdida es la herencia genética.
La principal propiedad del ácido hialurónico es la forma en la que hidrata, gracias a que sus moléculas pueden absorber agua hasta mil veces su propio peso. Tiene diferentes aplicaciones en varios sectores de la salud y belleza; La piel es uno de los lugares donde más cantidad de esta sustancia encontramos. Alrededor del 50% se encuentra en la piel, disminuyéndose en todas las capas cutáneas, profundas y superficiales.
Es por ello, que su uso en cosmética está cada vez más extendida, ya que ayuda a rellenar y reafirmar las pequeñas arrugas de la piel.
Beneficios del Ácido Hialurónico como tratamiento facial:
- Reafirmante facial. El ácido hialurónico incentiva la producción de colágeno, y contribuye a la restauración de la firmeza perdida por el efecto del paso de los años en el rostro.
- Rellenador de arrugas. El ácido hialurónico actúa generando una estructura de malla que ejerce un efecto tensor en las capas profundas de la piel, borrando y atenuando arrugas y surcos de expresión.
- Hidratación de la piel. Por su carácter humectante, el ácido hialurónico favorece la atracción y retención del agua en la dermis y la epidermis, asegurando una hidratación permanente de la piel.
- Piel suave. El ácido hialurónico proporciona una piel correctamente hidratada y reafirmada y, en consecuencia, suave al tacto.