Para tener una piel suave y joven es necesario hidratarla todos los días y dedicar un ratito de nuestro tiempo en su cuidado. Si no lo haces, la piel se puede secar e incluso puede llevar a la aparición de los signos de envejecimiento.
¿Qué hacer en nuestro día a día?
En primer lugar, debemos dormir un mínimo de 8 horas. Una noche de buen sueño no solo beneficia a tu piel, sino también a tu bienestar físico y mental. El intervalo entre 23:00 horas a 4:00 horas de la noche es el mejor momento para tu piel. Aquí te contamos por que.
Primer Paso: Limpieza
Este punto, sin duda, es el más importante de todos, ya que durante el día la piel se expone a numerosos agentes externos que la pueden agredir. Por ejemplo, el maquillaje. Por ello, debemos llevar una rutina de limpieza tanto por la mañana como por la noche. Un mal cuidado de la piel, provoca la aparición de suciedad y la llena de células muertas que desencadenaría en deshidratación, textura seca y áspera y poco elástica.
Segundo Paso: Hidratación
El segundo hábito fundamental es aportar a la dermis un extra de hidratación y nutrición. Una piel hidratada se mantendrá flexible y joven por mucho más tiempo. Dos tercios de la piel están conformados por agua y constantemente esta se rehidratada. Pero no todas las pieles lo hacen, lo que llevaría a la deshidratación de la piel y se necesitaría de una crema hidratante y/o loción corporal para recuperar la pérdida de agua, la vitalidad natural y la belleza de la piel. Es necesario saber el tipo de piel para aplicar una hidratante acorde a tus características.
Tercer Paso: Labios
Es una de las partes más sensibles del cuerpo por lo que hay que prestarlos mucha atención. Hidratarlos desde el interior bebiendo agua regularmente, así como protegerlos de las agresiones con labiales ricos en ácidos grasos esenciales que contribuyen a restaurar y equilibrar los niveles naturales de humedad de nuestra piel.
Cuarto Paso: Contorno de Ojos
La piel de los ojos es las más delgada y frágil, es muy importante Hidratarla correctamente. El constante movimiento de los ojos y el parpadeo hace que las fibras del colágeno y elastina se alteren, provocando la pérdida de elasticidad y un problema de distensión en esta zona (arrugas, líneas de expresión…) También afectan las condiciones atmosféricas (frío, sol, viento). Para su cuidado aplicar un contorno de ojos que aporte los nutrientes necesarios para su regeneración e hidratación.
Quinto paso: Manos y Pies
El cuidado de las manos y pies es tan importante como el cuidado del cuerpo y del rostro, ambas partes deben cuidarse a diario para protegerlos del frío, del sol y de las agresiones de productos químicos de limpieza de la casa como detergentes. Por ello, es importante la limpieza e hidratación diaria y la exfoliación periódica de manos y pies y así conseguirás una piel más elástica y firme.